Terapia de Fonoaudiología
Direccionada a la identificación del riesgo de aparición o mitigación de las deficiencias y discapacidades de la comunicación, las cuales se encuentran directamente articuladas a los procesos cognitivos superiores así como de procesos que intervienen en la deglución (alimentación), proporcionando alternativas de solución con intervención particular y/o grupal.
Con la intervención fonoaudiológica se propicia el mantenimiento y la recuperación de la comunicación funcional en el adulto mayor.
Actividades de prevención, aporte al diagnóstico e intervención directa en las deficiencias de estructuras y funciones de los procesos psicobiológicos de la comunicación y relacionados: lenguaje, habla, audición y deglución.
Fisioterapia
Es de vital importancia el aporte de la terapia física para combatir o retardar, el desacondicionamiento físico y la inactividad, que presenta el adulto mayor, que dan como resultado alteraciones de los órganos, aparatos y sistemas que pueden evolucionar hasta llegar a la incapacidad física.
La población adulta mayor, requiere de programas de ejercicios preparados y guiados por un profesional en físioterapia y rehabilitación. Se le realiza una evaluación funcional previa para así determinar las capacidades de cada uno y poder implementar un plan de terapia física adecuado a las necesidades personales.
La fisioterapia en el adulto mayor tiene la meta de proporcionar un programa preventivo, correctivo o de mantenimiento donde el objetivo primordial sea la independencia funcional del adulto mayor, con la ganancia de una mejor la calidad de vida.
Terapia Cognitiva
Uno de los cambios en los adultos mayores es el deterioro cognitivo; lo que tiene como consecuencia ciertas limitaciones que afectan su estilo de vida.
Para prevenir y mantener ciertas funciones cognitivas, es importante la estimulación de estas, crear un entorno rico en estímulos que faciliten el razonamiento y la actividad motora, así como mantener las actividades intelectuales del adulto mayor: atención, memoria, comprensión, orientación temporal y espacial, funciones de ejecución y cálculo, ésto ayuda a aumentar sus habilidades, mejorar su estado de ánimo, mantener su autonomía y prolongarla, disminuir sus deficiencias y el riesgo de que el deterioro empeore.
Terapia Ocupacional
El objetivo de la terapia ocupacional en la población geriátrica es promover la independencia en el desempeño de las tareas cotidianas de la vida.
La importancia de realizar terapia ocupacional para mejorar el déficit cognoscitivo radica en que incrementa la independencia funcional, aumenta el desarrollo, previene la incapacidad y por ende mejora la calidad de vida en los adultos mayores.
Las terapias están divididas en tres grupos, los que cubren tres áreas diferentes del bienestar del adulto mayor:
Actividades funcionales: Promueven el bienestar mental del adulto mayor, por medio de juegos de mesa, ejercicios de memoria y concentración. Estas actividades son dirigidas a todos y en especial a aquellos con signos de deterioro de memoria, alzheimer, y enfermedades demenciales.
Actividades técnicas: Talleres de trabajo manual donde se enseña manualidades, juguetería, carpintería, culinaria, costura, pintura, jardinería, etc.
Actividades recreativas, culturales y sociales: Actividades sociales como agasajos, paseos y talleres de integración.
Musicoterapia
La musicoterapia es una disciplina del campo de la salud, que utiliza principalmente el recurso sonoro y musical. Tiene objetivos terapéuticos y vincula el arte con la salud. Todo lo que se expresa, desde el sonido, la música, el cuerpo, da cuenta de la subjetividad de la persona que produce y muestra cómo se relaciona consigo mismo, con los otros y con el mundo.
En esta etapa del desarrollo vital, la musicoterapia ofrece beneficios a nivel:
Biológico: Mejora la respiración, regula el ritmo cardiaco y la presión sanguínea.
Neuronal: Preserva la memoria, la atención y la concentración.
Físico: Relaja los músculos, estimula el movimiento y el control corporal, disminuye dolores.
Socio – afectivo: Propicia espacios para hacer amigos, facilita la comunicación (aún para personas con dificultades del habla).
Emocional: Promueve la expresión de sentimientos, la risa y las emociones positivas. Disminuye la ansiedad.
Hidroterapia
En la tercera edad, el agua es el medio terapéutico con menos contraindicaciones y mayores beneficios ya sea, en el ámbito orgánico como psicológico, al modificar directamente el desempeño de sus actividades, mejorando su capacidad de ”hacer”, por lo tanto su capacidad de “ser”.
La hidroterapia se entiende como una terapia de estímulo – respuesta – adaptación, lo que abre un amplio campo de aplicaciones, desde la profilaxis en general, hasta el tratamiento de enfermedades agudas y crónicas.
El agua enseña y ayuda a recordar los movimientos, la presión que el agua ejerce mejora la propiocepción (consciencia de posición y movimiento articular) y ayuda a reestructurar el esquema corporal. Permite tener una mejor percepción de la postura y posición de miembros. Mejora el equilibrio y la coordinación de la postura, la armonía en los movimientos y la correcta correlación entre ordenes nerviosas y respuestas musculares.
La flotación va a permitir realizar ejercicios pasivos. Asistir el ejercicio, reduciendo el estrés sobre articulaciones. Resistir el movimiento para mejorar la fuerza muscular.
La inmersión ayuda a mantener o restaurar la movilidad de un segmento, también mejora la propiocepción, el equilibrio y la coordinación
Mejora el estado psicológico y emocional de la persona, al existir mayor seguridad en el movimiento influye también la interrelación con sus pares.
Efecto analgésico, favorece la disminución del dolor.
Mejora la circulación, la acción térmica del agua sobre el cuerpo produce la activación del sistema circulatorio y la presión del agua estimula el retorno venoso.
Favorece la reeducación respiratoria, la presión hidrostática fortalece la musculatura inspiratoria.
